En marzo de 2019 se registró en Tijuana el primer matrimonio entre mujeres, y apenas en 2020 se debatía legislar la constitucionalidad local luego de haber sido aprobado en comisiones dentro del Congreso del Estado de Baja California; por lo que, como era de esperarse hubo manifestaciones públicas y reacciones mediáticas en distintos sentidos. Muchos expresando su amplio rechazo, sin saber muy bien a quién culpar de lo que llamaron decadencia o degeneración social. Para abordar el tema con objetividad, lo primero que debemos identificar es ¿Cuál es el problema?
1. Si el problema es que las prácticas o parejas homosexuales para muchos resultan desagradables, la solución es sencilla: No es a fuerzas. Todos estamos en libertad de empatizar con la pareja de nuestra preferencia, y si hay reciprocidad pues ya la hicimos. A mí por ejemplo me causa repulsión la salsa “wasabi” que viene en el sushi, pero no por ello voy a rechazar a quienes sí gustan de ella. No caigamos en el viejo refrán de “hasta lo que no te comes te hace daño”.
2. Otros sostienen que el matrimonio entre personas del mismo sexo no es natural. Con ellos sí estoy totalmente de acuerdo, porque ningún matrimonio es natural. Jamás he visto a dos árboles, koalas o peces contrayendo matrimonio. Se trata de una institución creada por la sociedad para proteger intereses, y es válido proteger los intereses de cada cual siempre que no perjudique a terceros. Así por ejemplo en Brasil registraron la primera unión “poliafectiva”, es decir, el trío de toda la vida pero documentado ante notario, para poder pactar derechos y obligaciones entre sí de acuerdo a su conveniencia y voluntades. A quienes esta práctica parezca inaceptable favor de remitirse al punto anterior.
3. El punto quizá más polémico está en la posibilidad de adopción legal “por el daño que puedan causar al niño”. Veamos:
a) En Baja California como en todo el país, existen pequeñitos sin familia, muchos con discapacidad, que aún con todos los esfuerzos institucionales se la pasan tristes en albergues, a veces se sientan solitos en el piso durante horas sin ilusiones. Cuando acude un visitante le abrazan sin querer dejarle ir, y cuando la visita se marcha el llanto es desgarrador. No es cuestión de dinero, comida o instalaciones; sino de amor, seguridad familiar y sensación de pertenencia. Por ello quien les adopta no les genera un daño sino todo lo contrario, un beneficio.
b) Los abusos infantiles, sean físicos, psicológicos o sexuales que más se documentan, no guardan relación alguna con la preferencia sexual de los padres, que en sobrados casos son heterosexuales. Claro que es inaceptable por ejemplo, que un menor presencie obscenidades sexuales entre adultos, prácticas drogodependientes, de alcoholismo o de violencia. Por ello el filtro debe ser riguroso para toda pareja que aspire a la adopción.
c) Sobre el “riesgo” de que la persona adoptada se “convierta” en homosexual, me parece una hipótesis muy débil. Para empezar habría que preguntarnos si eso es un problema, y en todo caso, hoy cada ser humano elige a quien le gusta, le atrae o le seduce, lo que difícilmente pueden imponer unos padres.
4. Lo que si debemos aceptar es la posibilidad de que el menor sea discriminado. Pero ese problema no lo generan los padres ni su preferencia sexual sino la sociedad, aquellos que exigen valores pero carecen de ellos generando con maldad burlas y acoso.
Nunca he sido homosexual, pero he sido migrante, extranjero, moreno, hispano, gordo, niño, demasiado joven o demasiado adulto para ser aceptado en el desempeño de algunos roles con estereotipo predeterminado. Por ello la discriminación es el único problema que advierto, pero es prácticamente inevitable para todo ser humano, sin que podamos aspirar a que estos agresores desorientados observen alguna dispensa frente a los casos de homosexualidad. Aun así toda discriminación es superable: Para muestra en el México de los años 70, en uno de los momentos históricos más conservadores y en uno de los países más machistas, el cantante Juan Gabriel descubrió que podía poner a toda una comunidad internacional a sus pies. Imaginen lo que puede lograrse hoy.
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Enlace a periódico El Mexicano de fecha 27/03/2019
El respeto ante todo a cualquier persona sea cual sea su preferencia sexual. Estoy de acuerdo que haya matrimonios para que se respeten sus derechos , adopciones No
Desde el momento que ellos están como pareja saben que no pueden tener hijos
Y eso lo deben de asumir. Y esto es un tema muy complejo donde jamás de debe de ser prejuicioso.
Un cordial saludo María Teresa. Gracias por el comentario.